Black Friday vs. El Buen Fin: la verdad detrás de las “grandes ofertas” en México
- efectoparallax5
- 18 nov
- 3 Min. de lectura

El origen del Black Friday o “Viernes Negro”Este famoso día de descuentos nació en Estados Unidos el viernes siguiente al Día de Acción de Gracias, con el objetivo de dar inicio oficial a la temporada de compras navideñas.
El término “Black Friday” surgió en Filadelfia en la década de 1960. Originalmente lo usaba la policía para describir el caos vial y la enorme cantidad de gente en las calles el día después de Acción de Gracias. Con el tiempo, los comerciantes lo reinterpretaron de forma positiva: pasar de números rojos a números negros en sus cuentas gracias a las ventas masivas.
En Estados Unidos, el Black Friday sigue siendo un fenómeno impresionante: desde la madrugada, miles de personas hacen fila para comprar, sobre todo electrónicos, y aunque ha habido incidentes (peleas, estampidas e incluso accidentes graves), la tradición no ha perdido fuerza.
Importante: no es día festivo ni feriado oficial; simplemente es el nombre que se le da al día con las mayores rebajas del año.
El Buen Fin: la versión mexicana
En 2011, durante el gobierno de Felipe Calderón, se lanzó “El Buen Fin” con una fuerte campaña de mercadotecnia respaldada por el gobierno federal, la iniciativa privada y los bancos. La idea era buena: extender durante varios días (generalmente un fin de semana largo de noviembre) ofertas atractivas y meses sin intereses para impulsar el consumo y la economía
.Lo bueno del Buen Fin:
Hay tiendas y marcas que sí ofrecen descuentos reales, sobre todo en electrónica, línea blanca y algunos muebles.
Las facilidades de pago son el gran gancho: meses sin intereses, créditos inmediatos, bonificaciones y hasta regalos al momento de comprar.
Algunos negocios sí bajan precios para no perder frente a la competencia.
Lo malo (y muy común) del Buen Fin:
Muchas “ofertas” son falsas: suben el precio semanas antes y luego lo “bajan” al precio normal o ligeramente por debajo, cambiando solo la etiqueta de color.
En ropa, zapatos y productos de consumo diario, las mujeres (que suelen ser las expertas en esos departamentos) han notado que los precios son prácticamente los mismos todo el año.
El verdadero atractivo no está en el descuento, sino en los meses sin intereses, lo que muchas veces lleva a la gente a endeudarse comprando cosas que no necesita.
Año tras año, Profeco recibe miles de quejas contra cadenas grandes (Walmart, Soriana, Liverpool, Chedraui, Sam’s Club, Elektra, Coppel, Famsa, etc.) por publicidad engañosa y alzas previas de precios.
Consejos prácticos antes de salir a “aprovechar” El Buen Fin (o cualquier temporada de ofertas):
Haz una lista cerrada de lo que realmente necesitas.
Revisa precios con semanas o meses de anticipación (puedes usar historiales de Amazon, Mercado Libre, páginas oficiales o apps como “Keepa).
Compara en varias tiendas el mismo día; muchas veces la “oferta” de una tienda está más barata todo el año en otra.
Pregunta a amigos o familiares que conozcan bien el producto (los hombres suelen seguir más de cerca la tecnología; las mujeres, la ropa y calzado).
Calcula muy bien tu capacidad real de pago. 18 o 24 meses sin intereses suenan muy bien… hasta que ves el total de tus deudas acumuladas.
Si ves algo “demasiado barato para ser verdad” (como un whisky de 600-800 pesos a 250), probablemente siempre ha costado eso y solo cambiaron el letrero de promoción.
En resumen: tanto el Black Friday como El Buen Fin pueden ser oportunidades reales de ahorro, pero solo si vas preparado, informado y sin dejarte llevar por el impulso. De lo contrario, lo único que cambiarás es tu dinero por una deuda larga y productos que quizá nunca necesitaste.





Comentarios