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Guns N’ Roses despide su gira 2025 con un cierre épico en México: Axl, Slash y Duff conquistan al Estadio GNP

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  • hace 1 día
  • 4 Min. de lectura
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Con un rugido colectivo que hizo temblar el Estadio GNP Seguros, Guns N’ Roses culminó anoche su gira mundial "Because What You Want & What You Get Are Two Completely Different Things Tour" en un concierto histórico que reunió a más de 65 mil almas rockeras.


El show del 8 de noviembre, que inició puntualmente a las 9:35 p.m. tras un telonero impecable de Dirty Honey, no solo cerró la etapa latinoamericana de la gira –que abarcó 13 ciudades desde Costa Rica hasta Brasil–, sino que selló un capítulo legendario para la banda de Axl Rose, Slash y Duff McKagan.


El telón final cayó alrededor de la 1:00 a.m. con "Paradise City", dejando a los fans exhaustos pero extasiados, y confirmando que México fue el broche de oro perfecto para una travesía que recaudó millones y revivió himnos de los 80 y 90.


El setlist que revivió una era: Tres horas de nostalgia y potencia


Desde el primer acorde de "Welcome to the Jungle", el trío original –reforzado por el guitarrista Richard Fortus, el tecladista Dizzy Reed y el baterista Frank Ferrer– desató una tormenta de hard rock que duró casi tres horas.


El setlist, fiel al estilo impredecible de Guns N’ Roses pero cargado de clásicos, incluyó sorpresas como un homenaje a Ozzy Osbourne con el cover "Sabbath Bloody Sabbath" de Black Sabbath, interpretado con una ferocidad que erizó la piel de la multitud.


Videos capturados por fans y medios como La Razón de México muestran a Slash desatado en su solo, con su sombrero y lesiones incluidas, mientras Axl, de 63 años pero con la misma energía caótica de siempre, se movía como un torbellino entre "Sweet Child O’ Mine" y "November Rain".


El repaso incluyó:

  • Clásicos inevitables: "It's So Easy", "Mr. Brownstone", "Chinese Democracy" (para los fans modernos) y "Live and Let Die" (cover de Wings con un arreglo explosivo).

  • Momentos emotivos: Una versión extendida de "Yesterday" de The Beatles, seguida de "Knockin' on Heaven's Door" de Bob Dylan, donde Axl lució su faceta vaquera con un chaleco bordado.

  • Cierre apoteósico: "You Could Be Mine" como penúltimo golpe, y "Paradise City" para despedirse, con pirotecnia, confeti y un Slash que se arrodilló en gratitud ante el público que coreaba "¡Guns! ¡Guns! ¡Guns!".


Axl, visiblemente conmovido, pausó el show para agradecer: "México, ustedes siempre nos dan la bienvenida como familia. Este es el final de una gira loca, pero qué mejor lugar para cerrarla que aquí, con su fuego". Duff McKagan, el bajista eterno, levantó su instrumento en un brindis colectivo, mientras Slash soltó un riff improvisado que se extendió por minutos.


El estadio, con capacidad para 87 mil pero lleno en un 75% según OCESA, vibró con generaciones: abuelos que vivieron la era Appetite for Destruction junto a millennials tatuados con rosas y pistolas.


Detrás del telón: Logística impecable y un toque de caos gunsiano


El concierto fue un triunfo logístico en un venue que ha hospedado a gigantes como Coldplay y Taylor Swift. Puertas abrieron a las 5:00 p.m., con filas que serpenteaban desde el Autódromo Hermanos Rodríguez; la seguridad, reforzada por 500 elementos, evitó incidentes mayores pese al calor sofocante de 28°C. Boletos, vendidos vía Ticketmaster desde junio, oscilaron de 1,500 pesos (general) a 12,000 (VIP con meet & greet), agotándose en preventa HSBC.


No hubo cancelaciones –a diferencia de giras pasadas plagadas de retrasos por la voz de Axl–, y el sonido, curado por el ingeniero Nigel Sinclair, fue cristalino, con pantallas LED de 20 metros proyectando close-ups de las icónicas trenzas de Slash.


En redes como X, el hashtag #GNRMexico2025 explotó con 150 mil menciones en las primeras horas post-show. Usuarios compartieron clips del tributo a Ozzy: "¡Slash destrozando Sabbath en el cierre! México los despide como reyes", tuiteó

@JonathanEslui

, fotógrafo oficial. Otros elogiaron la accesibilidad: áreas para personas con discapacidad y un pit inclusivo para fans mayores de 18.


Críticas menores apuntaron a un breve corte de luz durante "Rocket Queen", pero Axl lo convirtió en anécdota: "¡Incluso la electricidad quiere rockear con nosotros!".Legado y lo que sigue: ¿Un adiós temporal o el fin de una era?


Este cierre en México no es casual: la banda eligió la CDMX como última parada por su historia de amor-odio con el público azteca, desde shows legendarios en el Azteca en los 90 hasta el Hell & Heaven 2023.


La gira 2025, que inició en Europa con 40 fechas, recaudó estimados 200 millones de dólares globales, según Pollstar, consolidando a Guns N’ Roses como la "última gran banda de rock clásico", como tituló La Jornada.


Para Axl, quien ha lidiado con problemas vocales, fue terapéutico: "Cerrar aquí me recuerda por qué seguimos", dijo en una entrevista pre-show con Rolling Stone México.¿Ya no hay más?


Por ahora, sí: la banda entra en hiatus para grabar nuevo material –rumores apuntan a un álbum con productores como Rick Rubin– y posibles festivales en 2026.

Fans especulan con un regreso a México para el Corona Capital o un estadio propio, pero Slash tuiteó anoche: "Gracias, mundo. Especialmente México. Nos vemos pronto... o cuando el diablo nos llame". Mientras, el eco de "Sweet Child" resuena en la capital, recordándonos que, en palabras de Axl, "el rock no muere; solo se reinventa".

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