Texas Urge a Trump Reabrir la Frontera al Ganado Mexicano: "Se Puede Hacer Ya, Sin Riesgo Sanitario"
- efectoparallax5
- 31 oct
- 3 Min. de lectura

En un llamado directo al presidente Donald Trump, el comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, exigió este jueves la reapertura inmediata de la frontera con México para las importaciones de ganado, argumentando que los protocolos sanitarios ya garantizan cero riesgos.
"Necesitamos abrir la frontera lo antes posible. Se puede hacer ya, sin ningún riesgo de que el gusano barrenador cruce con el ganado; tenemos demasiados controles y medidas de seguridad", declaró Miller en una entrevista con EFE, días después de que las negociaciones entre Washington y Ciudad de México no lograran un acuerdo concreto.
Esta suspensión parcial, vigente desde hace casi un año por un brote de la mosca del gusano barrenador (New World screwworm), ha exacerbado la escasez de ganado en Estados Unidos, elevando los precios de la carne y golpeando a la industria agropecuaria texana, el mayor productor nacional de carne.
El contexto es crítico: Texas depende en gran medida de las importaciones mexicanas, que promedian más de un millón de cabezas anuales —alrededor del 60% del total de ganado en pie importado y el 3% del hato nacional—.
La plaga, detectada en 2024 en regiones fronterizas como Chiapas y Sonora, llevó a cuarentenas estrictas y cierres en puertos como Piedras Negras y Ciudad Juárez. Sin embargo, Miller enfatizó que el ganado mexicano ya pasa por cuarentenas obligatorias y revisiones exhaustivas por veterinarios del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), lo que elimina cualquier amenaza.
"Ese ganado es inspeccionado al detalle; no hay forma de que la plaga se cuele", insistió el funcionario, quien ha presentado una propuesta formal a Trump y a su asesor Stephen Miller para acelerar el proceso, incluyendo incentivos fiscales para productores y la expansión de tierras de pastoreo.
La petición llega en un momento de tensiones bilaterales y económicas internas. El secretario mexicano de Agricultura, Julio Berdegué, se reunió este miércoles en Washington con su homólogo estadounidense, reportando "avances" en protocolos conjuntos, pero sin anunciar una fecha de reapertura, al considerar que "aún no existen las condiciones plenas".
Miller, sin embargo, ve esto como una oportunidad perdida: "Necesitamos esas reses como parte de nuestra economía agrícola. Si no abrimos pronto, México las alimentará con su propio maíz, las procesará en sus plantas y nosotros perderemos ese negocio entero".
El hato ganadero de EE.UU. está en su nivel más bajo en décadas, azotado por sequías prolongadas, costos elevados de mantenimiento y la ausencia de importaciones, lo que ha disparado los precios de la carne en un 15-20% según datos del USDA.
Miller descartó alternativas como el plan de Trump para importar más carne de Argentina, calificándolo de "insignificante" y de baja calidad: "Quizás baje el precio de las hamburguesas, pero no resuelve nada; el mercado se desplomaría con la volatilidad". En su propuesta, el texano aboga por más permisos de pastoreo en terrenos protegidos y subsidios para vacas y becerros, con el fin de estabilizar la oferta interna mientras se reanuda el flujo transfronterizo.
Esta presión no solo refleja la interdependencia económica entre Texas y México —donde el comercio ganadero mueve miles de millones de dólares anuales—, sino también el delicado equilibrio entre seguridad sanitaria y necesidades políticas en un estado clave para la agenda de Trump.
El anuncio de Miller, un republicano aliado del presidente, podría influir en las decisiones federales, especialmente con las elecciones de medio término en el horizonte. Mientras México mantiene vigilancia en sus zonas afectadas —sin nuevos casos reportados cerca de la frontera—, expertos del USDA coinciden en que los controles binacionales son robustos. La reapertura, si se concreta, beneficiaría a ambos lados: México recuperaría un mercado vital para sus exportadores, y Texas aliviaría la presión sobre sus rancheros.
Por ahora, el llamado de Miller resuena como un grito de urgencia en medio de un sector al límite, recordando que la frontera no solo separa naciones, sino economías entrelazadas.





Comentarios