Sheinbaum responde con furia a críticas por asesinato de alcalde Manzo: "¡Buitres! La culpa es de Calderón y su guerra fallida, no mía"
- efectoparallax5
- hace 1 día
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– En un tono cargado de indignación durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no se contuvo y arremetió contra la oposición política, a la que tildó de "buitres" por politizar el brutal asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, sin siquiera ofrecer condolencias a su familia.
"En ningún momento escuché una condolencia a la familia, pero eso sí, como buitres", espetó Sheinbaum, visiblemente molesta, mientras defendía su estrategia de seguridad y echaba toda la responsabilidad de la violencia en Michoacán al expresidente Felipe Calderón, casi dos décadas después de su sexenio.
El homicidio de Manzo, ocurrido el sábado 1 de noviembre durante el Festival de las Velas en el centro de Uruapan –un acto "vil y cobarde" según la mandataria–, ha encendido una tormenta política.
El alcalde, de 40 años y conocido por su postura frontal contra los cárteles que extorsionan a productores de aguacate y limón en la región, fue acribillado a tiros frente a su familia. Uno de sus escoltas abatió al agresor en el sitio, pero el daño ya estaba hecho. Manzo, quien había sido independiente tras su paso por Morena, había criticado públicamente la estrategia de Sheinbaum contra el crimen organizado, exigiendo más apoyo federal y hasta retándola en marzo pasado: "Si lo hace sin un disparo, yo renuncio".
Semanas antes, agradeció el envío de fuerzas federales, pero también clamó: "No dejen solo a Uruapan".La ira de Sheinbaum: "¡No habrá otra guerra contra el narco!"Desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional, Sheinbaum –quien movió su mañanera de Los Pinos al centro del poder por la crisis– prometió "cero impunidad" en la investigación, liderada por la Fiscalía de Michoacán con respaldo del Gabinete de Seguridad federal. Confirmó que Manzo contaba con protección de la Guardia Nacional y que se han detenido sospechosos, incautando armas, "narcomonstruos" y explosivos.
Pero su discurso viró rápidamente a la ofensiva: "¿Qué propone la derecha? ¿La guerra contra el narco? ¿Que regrese García Luna? ¿La intervención? Eso no lleva a ningún lado".La presidenta insistió en que la violencia en Michoacán –donde operan el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cárteles Unidos y remanentes de La Familia Michoacana– es un legado tóxico de la "guerra contra el narco" lanzada por Calderón en 2006, justo en ese estado.
"Esa política dejó miles de civiles muertos, a quienes llamaban 'efectos colaterales'. La militarización no funcionó, las ejecuciones extrajudiciales no llevaron a nada", afirmó, defendiendo su enfoque basado en "inteligencia, investigación, cero impunidad y atención a las causas sociales". "Vamos a reforzar Michoacán, pero no con más guerra", remató, extendiendo su compromiso a todo el país: "No están solos y no los vamos a dejar solos".
Oposición contraataca: "¡Indiferencia asesina de Sheinbaum!"
La respuesta de la oposición no se hizo esperar, y fue el detonante de la molestia presidencial. Diputados panistas como Federico Döring calificaron el crimen como un "crimen de Estado", acusando al gobierno federal de "indiferencia" ante las reiteradas súplicas de Manzo por ayuda. "A Carlos Manzo no le arrebató la vida el crimen organizado, sino la indiferencia de Claudia Sheinbaum y el Gobierno de la República", lanzó Döring en redes, recordando que el alcalde había enviado mensajes directos a Sheinbaum y al secretario Omar García Harfuch sin respuesta efectiva.
En X (antes Twitter), el escándalo estalló: usuarias como
Críticos como @sibarita2059
ironizaron: "Después de OCHO AÑOS de Morena, Sheinbaum culpa a Calderón. ¿Hasta cuándo soportaremos tanta burla?".
Incluso en el extranjero, el embajador de EE.UU., Christopher Landau, lamentó el asesinato y ofreció colaboración bilateral, mientras The New York Times perfiló a Manzo como un "alcalde incómodo" para el gobierno federal por su beligerancia contra los cárteles.
¿Qué sigue? Refuerzos sin balas, pero con justicia
Sheinbaum descartó militarizar el país –"eso ya se probó y falló"– y anunció refuerzos en inteligencia y presencia estatal, incluyendo apoyo de la Sedena.
Gobernadores de todo el espectro cerraron filas exigiendo "castigo pleno", pero el debate persiste: ¿es la herencia de Calderón el verdadero villano, o la actual estrategia de "abrazos, no balazos" un fracaso que cuesta vidas como la de Manzo?
El asesinato se suma a una ola de violencia en Michoacán, epicentro de la "guerra" calderonista que dejó más de 300 mil muertos en México desde 2006, según Insight Crime. Mientras Uruapan llora a su líder caído, Sheinbaum envía un mensaje claro: la paz vendrá de la justicia, no de más plomo.
Pero con la oposición al acecho y la ciudadanía en las calles, la presión sobre Palacio Nacional apenas comienza. ¿Respuestas concretas o más dardos al pasado? México espera.





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